Zaki Abdelilah nace en Casablanca (Marruecos) el 19 de Diciembre de 1966, en una encumbrada familia de añejo linaje marroquí donde se debate entre un mundo hostil e intolerante.
De espíritu inquieto y acrisoladas virtudes, se denosta en pintor lírico cuando se ensalza en amores anhelos y esperanzas, pero es mordaz, agudo e incisivo cuando trata de analizar su obra con serenidad.
Desde temprana edad se revela como un profundo avezado en humanidades. De pensamiento metódico, analiza lo real de los hechos y a la luz de su experiencia, da orientación a su obra, con la que es desinteresado y generoso.
En su género, es una de las promesas más fecundas y artísticasde su pais. Para valorar su creación debemos sumergirnos entre estilos y tendencias en sus origenes y su evolución hacia el futuro.
La figura del pintor Zaki se destaca como un astro poderoso sobre la cumbre de la "Nueva Figuración", su luz ciega a quien quiere desconocerla y alumbra con su radiación las rutas del porvenir que el desbroza.
Pensador y artista perdura en su obra la forma de expresión y belleza en la que plasma sus emociones más intimas.Emociones que le hacen cuestionarse sobre: Donde empieza y donde termina lo que nuestras pupilas perciben, es decir: aquello en lo que podemos reproducir los substantivos naturales. Qué papel juega la imágen y la figuración en la economía de lo imaginario, pero sobre todo, qué entendemos por realidad.
Es posible fijar los trazos en formas duraderas y reconocibles; qué se pierden de esos trazos en formas duraderas y reconocibles; qué se pierden de esos trazos en el silencio austero de la pura contemplación, en la captación fugitiva de sensaciones y recuerdos.
La imagen real de un recuerdo es, para el pintor, originados en el instante de emprender un viaje espiritual, una senda que persigue el color, la luz, la profundidad de la necesidad interior.
Es al tiempo un desprendimiento de lo visible hacia lo que es la expresión del alma. Así desemboca en un basto dominio de imagenes surgiendo de los juegos imaginativos del artista que dando la espalda al realismo sin retorno, explora la parte oculta que está por brotar en el hombre.
En su mente y en su piel está la presencia de trazos líricos, la caligrafía árabe, la armonía de las formas geométricas con las que pretende dar una imagen estable y dinamica que traspase la realidad a otro nivel del pensamiento, que traspase la frontera de lo real, de la inquietud real, donde la "Nueva Figuración" se convierte en expresión subjetiva.